La alimentación Zen es una forma de alimentarnos con conciencia y disfrutar dando las gracias por la comida.
Tanto la alimentación como la dieta zen en sí, tiene un objetivo principal: proporcionar diferentes y diversas alternativas para despojarse así de las malas costumbres y hábitos adquiridos.
Puede ser considerada como una terapia espiritual y física, aunque lo más importante es que consiste en una terapia sana y saludable que nos ayuda a recobrar la salud.
Nos ayuda a su vez a mantener en equilibrio el cuerpo y la mente, y detrás de cada comida descubriremos que existe un “ritual” culinario que nos ayudará a mantener el citado equilibrio.
En la cocina de un monasterio zen destaca la importancia del papel del tenzo, el miembro de la comunidad que se encarga de la cocina, de preparar las comidas que van a consumir las demás personas que forman parte del mismo.
Se trata, como hemos dicho, de un papel fundamental porque en cada elaboración el tenzo aporta energía positiva, en cada corte y en cada cocción. Manteniendo lo que se conoce como “meditación activa”, poniendo toda la atención en la comida que está elaborando.
en la alimentación Zen también nos encontramos con uno de los pilares fundamentales de la filosofía budista: el agradecimiento. Es decir, dar las gracias por los alimentos que ha preparado y cocinado el tenzo, independientemente de que nos guste o no.